Hoy es domingo. Empezamos temprano. Desayuno en un bar de Marqués de Vadillo y metro hasta Opera. Volvimos a San Francisco el Grande a misa de 10:30. Está prohibido hacer fotos pero, después de la misa, me hinché a disparar aunque no con muy buen resultado. Para meter todo aquello en la cámara hace falta luz a raudales y mi pequeña Nikon compacta no es lo más adecuado para ese trabajo.
Y tras la misa, regresamos a los rincones que Tita nos había enseñado: El rehabilitado Mercado de San Miguel, convertido en centro comercial, donde hicimos el segundo desayuno con unas cañas de turrón (exquisitas), unos muffins (grandes magdalenas bien consistentes) y unos cafés con leche que nos supieron a gloria, en un día de un frío más que considerable.
Repuestas las fuerzas, nos lanzamos a recorrer Madrid, siguiendo un itinerario peatonal que vimos en un cartel a la salida misma de la Basílica de San Francisco: Sol, Alcalá, Castellana, Retiro, Atocha y regreso.
Bendita casualidad. El camino nos llevó derechitos al Museo Arqueológico Nacional. Visto y adentro. Allí me esperaban fuertes emociones. No sabría explicarlo pero lo intentaré: Al doblar el borde de un panel separador apareció, magestuosa, deslumbrante, maravillosa. Apareció. Y con ella, en un segundo, volvió la adolescencia del colegio, las primeras interesantísimas lecciones de historia del arte y de historia de España. Los Iberos, el gran pueblo enigmático y misterioso del que nunca sabíamos nada más que ésto. La singular Dama de Elche. Junto a ella me sentía orgulloso, contento, fascinado, como la directora de un club de adolescentes fans junto a su ídolo.
Interesante reloj de sol semiesférico. La luz atraviesa un pequeño orificio en la parte superior e ilumina el punto opuesto de la bóveda, dónde están grabadas las marcas de las horas. |
Ha sido un día precioso. Son las cuatro de la tarde y no hemos comido. Tenemos las piernas rendidas y los pies hinchados. Pero estamos felices, ha sido muy bonito recorrer a pie todos estos rincones, despacio, con tiempo para detenernos allí donde los detalles nos cautivaban.
Empezamos el día desayunando y lo vamos a terminar merendando. Empezamos en una catedral y lo vamos a terminar en otra: La catedral del "bocata calamares", el restaurante Valle del Tiétar, junto a la Plaza Mayor.
Buenas noches a todos.
Puedes ver más fotos de este día en:
http://picasaweb.google.com/CerecedaAtarama/05?authkey=Gv1sRgCL_DiMaZkY7xtwE#
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