Yo lo intento, de verdad que lo intento. Si la costumbre es cenar a las doce pues me espero hasta las doce. Pero la barriga ya me está haciendo gorgoritos desde las nueve. He merendado dos veces, he salido a pasear, he hecho el crucigrama y nada, que el reloj no quiere avanzar. Mi suegra querida lo tiene todo listo. ¿Por qué esperar a que se enfríe el pavo?.
Y ahí está ella, tan rícamente sentada, viéndome sufrir |
Pues si la montaña no viene a Mahoma... me acerco disimuladamente al reloj del salón y... ¡zas!, con media hora será suficiente. ¡Ya!. ¡Ya van a dar las doce!. ¡Andy, Adier!. ¡Vamos a poner la mesa!. Rápidamente Adier se encarga de colocar al Niño en su cunita.
El rito está cumplido. ¡A cenar! |
Pero alguien mira extrañado el reloj y me delata. Bromas y risas mas todo el mecanismo ya está activado y la cuenta regresiva no se detiene gracias a la benevolencia de mi suegrita que con mucha alegría accede a servirnos el pavo.
Nochebuena de 2010 en Piura. La familia se va quedando chiquita |
Una cena muy agradable, con todos los elementos que envuelven estas fiestas. La alegría de la reunión con los que llegamos de fuera, la nostalgia de los que salieron a otros hogares y la emoción y el bullicio por abrir los regalos de Navidad. Todos recibimos muchos regalos pero creo que uno de ellos causó una particular emoción, tal vez acumulada durante años de paciente espera. Yo, que no soy aficionado al fútbol, no soy capaz de entenderlo en toda su dimensión y por ello tampoco voy a ser capaz de contarlo. Así que será mejor que os muestre la foto.
Alex con la camiseta de sus sueños |
Ursula, desde Lima, envió preciosos regalos para todos. Yo abría extrañado el mío, sin comprender bien, hasta ver que Luz abría otro similar. Entonces entendí de golpe el mensaje de Ursula y me dio un ataque de risa que no pude contener hasta sentir dolor en las costillas. ¡Amor, ya tenemos la parejita!.
¡ Muchas gracias Ursula ! |
Cadetes del Ejército del Perú con uniformes de gala de invierno y de verano |
Bailamos, reímos, celebramos, brindamos con crema de chirimoya y no faltó el tierno combate de llamadas telefónicas. A través de los celulares (móviles) llegaron los ausentes más queridos: Ursula y Daniel, Tatiana y Tico, Tony y también Alexis que se había ido a Lima dos días antes. La noche se estiró feliz, como en tantas casas, hasta que los cuerpos se fueron quedando pegados a los sofás.
Buenas noches. Hasta mañana. Feliz Navidad.
Puedes ver más fotos de este día pinchando en el enlace:
http://picasaweb.google.com/CerecedaAtarama/18?authkey=Gv1sRgCJ-fo-z-u6OgaQ#