jueves, 2 de diciembre de 2010

Aparecen las mariposas


Por fin terminó el último día de trabajo, mañana empieza el gran viaje. Y aquí están ya las mariposas que nacen de esa mezcla de inquietud, ilusión y temor que anida en la barriga.


Repaso una y otra vez todos los detalles: Los equipajes preparados, las maletas a reventar, Encarna nos ha traído de Selaya una buena provisión de sobaos recién hechos, Raquel se ocupará de las plantas y del correo, avisar al taxista, llevar a Nina a la residencia canina -la pobre cree que va a salir de excursión al monte-, toda la documentación a punto, dinero, las reservas... Yo creo que todo está bien. Todo menos el clima, los pronósticos no son nada buenos. Saldremos de Santander con frío y lloviendo a mares para llegar a Madrid con mucho más frío y nevando. Tendremos que salir con botas de agua y ropa de invierno, justo lo que no necesitaremos después en Perú. Cuando aquí estamos viéndole los dientes a lobo allá empieza el calor del verano, así que toda esa ropa nos va a sobrar. Llegaremos a Lima disfrazados de oso polar. Tal vez podamos dejar botas, paraguas y chubasqueros en la consigna del hotel en Lima para recogerlo todo en el viaje de vuelta, antes del regreso al invierno.

Ayer fuimos a despedirnos de Mamá. Estaba muy bien, contenta, viendo "El Clon" en la tele con Teresa y dando irónicos consejos a las protagonistas. Nos preparó un rico chocolate con picatostes y merendamos todos en corro junto a su butaca.

Es tarde y cuesta conciliar el sueño. Parece que a las mariposas les gusta más salir de noche... va a ser que son polillas.